¿Cómo mirar dentro de mí?
Hoy te traemos un ejercicio de integración.
1.- Mira dentro de ti.
¿Cuántos “tú” ves?
¿Cómo se mueven?
¿Cómo visten?
¿Cómo se sienten?
¿Qué dicen?
¿Cómo suena su voz?
¿Cómo huelen?
¿Qué sabores les gusta?
¿Qué características tienen?
¿Cómo actúan?
2.- Tómate a ti en tu mano izquierda (la parte más amorosa) y a quien quieras fusionar en tu mano derecha (la parte más exigente y rígida) (si lo que quieres integrar es un «artista» o «un amante apasionado», ponle a él en la Izquierda, y a ti en la derecha).
Haz que dialoguen, con el objetivo de aceptarse, de comprenderse, de encontrar puntos en común. Que encuentren su OBJETIVO COMÚN.
3.– Cuando estén preparados (a veces al segundo, a veces después de 10 minutos de charla), fusiónalos por medio de acercar las dos manos hasta tocarse ambas por el centro.
4.- Mira ese YO nuevo
¿Cómo es?
5.– Fusiona uno a uno a cada yo del punto 1.
6.- ¿Cómo es tu Yo integrado?
¿Cómo te sientes ahora?
¿En qué has cambiado?
¿Cómo has mejorado?
7.- Al día siguiente, entra y mira dentro de ti.
¿Hay alguien más a quien integrar?
8.- Cuándo lo hayas integrado, responde:
¿Cómo te encuentras?
9.- Al día siguiente comienza a observarte para apreciar y descubrir las diferencias.
Y si encuentras dentro de ti, un saboteador que te frena, recuerda que pedir ayuda nos hace más fuertes.
Caso real
Marcos (nombre ficticio pero caso real), descubrió a sus 50 años que tenía dentro de sí una inmensa gama de saboteadores. Los había de todo tipo. Le daban mensajes tales como:
- El dinero roba la felicidad.
- No te mereces darte ningún capricho.
- Eres un inútil.
Con el ejercicio de integración descubrió que cada uno de esos saboteadores albergaba una intención positiva. Y al ponerlas a trabajar juntas, en el objetivo común, su vida comenzó a cambiar.
Ahora se siente merecedor del dinero y logró su sueño de realizar/regalar un crucero por las Islas griegas a su familia. Por cierto, si quieres realizar un crucero contacta con Sara o David.
Además, físicamente parece incluso más joven. Ha recuperado la ilusión y se siente merecedor de una vida feliz.
¿Tienes saboteadores?
¿Cómo puedes integrarlos para que trabajen juntos?
Es tu turno
Dedícate durante 3 semanas un tiempo para ti, para ir integrando a cada una de tus partes y cuéntanos tus resultados. Estamos seguros de que serán espectaculares.
Pedir ayuda nos hace más fuertes
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