Las normas de tu vida

¡Volvemos!

Volvemos con un ejercicio sobre las normas que rigen tu vida actual.

Tienes derecho a revisarlas, a cambiarlas, para ser coherente contigo mismo.

Y volvemos ofreciéndote nuevo contenido, especialmente sobre Programación Neuro Lingüística, PNL.

Te vamos a ofrecer más teoría y más ejercicios.

Las normas que rigen tu vida actual

¿Son adecuadas al tipo de persona en que te has convertido?

¿Estás aferrado a normas que te sirvieron en el pasado pero que ahora te hacen daño?

Puede, por ejemplo, que en otro momento de tu vida te resultara muy importante ser un tipo duro y no mostrar jamás tus sentimientos.

¿De qué normas pasadas podrías desprenderte en el presente?

¿Cómo saber si una norma resulta negativa y debe ser cambiada?

Las normas son negativas cuando:

1) Son imposibles de cumplir. (Si tus criterios son tan complejos, numerosos o rígidos que nunca te permitirán ganarle el pulso a la vida.)

2) Su cumplimiento depende de factores que no puedes controlar. (Si tu felicidad presupone una conducta determinada de parte de los demás.)

3) Te dejan sólo un pequeño margen para ser feliz y un gran terreno de malestar. (Si te sientes feliz sólo cuando todo va según lo planeado y desdichado cuando surge algún imprevisto.)

Empieza a controlar tus normas ahora mismo.

Responde a las siguientes preguntas con el mayor detalle posible:

1) ¿Qué te hace falta para sentir que tienes éxito?

2) ¿Qué te hace falta para sentirte querido por tu pareja, tus hijos, tus padres o cualquier otra persona que sea importante para ti?

3) ¿Qué te hace falta para sentir confianza en ti mismo?

4) ¿Qué te hace falta para sentir que sobresales en cualquier área de tu vida?

No esperes que los demás acaten tus normas si no les explicas claramente en qué consisten.

Y no esperes que vivan según ellas si tú también no estás dispuesto a llegar a un compromiso y adoptar algunas de las suyas.

Recuerda también que, aunque hayas aclarado tu posición desde el principio, los malos entendidos se pueden producir siempre. Por eso es tan importante la comunicación continua.

Cuando se trata de normas, nunca des las cosas por sobrentendidas. Comunícate.

Tony Robbins

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