La imaginación no se puede confinar

El lunes, en el paseo ya sin horario, nos fijamos en el cartel de la marquesina de una parada de autobús.  Es el que hemos elegido como imagen para ilustrar esta entrada y lo que más no llamó su atención fue el título: La imaginación no se puede confinar.

Imaginación

-¿Y qué es la imaginación?», le preguntó el niño a sus padres.

Sus padres se miraron durante un segundo, sonrieron, y tras unos minutos de reflexión, le contestaron lo siguiente:

-«Imaginación, mi querido niño es … Pintar el mar de color naranja, escuchar los peces cantar y verlos jugar a las canicas con las perlas de las ostras. Es plantar árboles en el aire, y verlos crecer hacia abajo, mientras te cantan una nana. Es pedir un deseo mientras tiras monedas a una fuente, y pasa una estrella fugaz por encima tuyo, rozándote el pelo.»

-«Entonces, imaginar es desear algo que no se tiene o que no existe?

-«Ven» -le dijo el padre. «Salgamos al jardín».

«Cierra los ojos, inspira todo el aire que puedas, y dime que ves». -le pidió el padre.

-«Con los ojos cerrados?»

-«Sí”.

¿Qué creéis que imaginó el niño?

¿Qué imaginaríais vosotros?

¿Dónde ocurre la imaginación?

 

La imaginación ocurre en nuestra mente. Y nuestra mente tampoco se puede confinar.  Ya lo decía Viktor  Frankl en su libro El hombre en busca de sentido: “Cada hombre, aun bajo las condiciones más trágicas, guarda la libertad interior de decidir quién quiere ser —espiritual y mentalmente—, porque incluso en esas circunstancias es capaz de conservar la dignidad de seguir sintiendo como un ser humano.”

Nuestra experiencia

Nosotros hemos aprendido también a trabajar con nuestra imaginación y a nuestro favor.  Y consideramos que la imaginación es necesaria para soñar, soñar nuestros objetivos, nuestras metas y nuestros propios sueños.

Tenemos una gran capacidad dentro de nosotros para imaginar y crear la vida que deseamos vivir. Y si ya antes lo sabíamos, desde que comenzamos a trabajarnos a nosotros mismos con la Programación Neuro Lingüística -PNL-, ya lo tenemos absolutamente claro que el poder de la imaginación, que en el fondo es el poder de la mente, es infinito y que, efectivamente, no se la puede confinar.

Así que ya sabes, si deseas poner a la imaginación a trabajar a tu favor, sabemos cómo hacerlo. Y para muestra un botón. La presentación del libro Reconoce tu poder. Conecta con tu esencia.

Del sueño a la realidad. Te dejamos el vídeo con la presentación.

 

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