Porque yo ahora soy y ahora cuento, me cuido. Y cuidarme es tenerme en cuenta y repartir el presupuesto incluyendo también mis necesidades.

Y en esas necesidades han aparecido estos botines del Doctor Cutillas.

 

 Yo era de zapatos de tacón y además de punta. Pero llevaba unos meses con una especie de lumbalgia.  Pasé por podólogo, fisioterapeuta y me he apuntado a clase de Pilates con José. El caso es que tanto fisio como podólogo apuntaban a mi pisada. Y yo, como soy cabezota, insistía en llevar los zapatos que me gustan. Los dolores se extendían y dije ¡basta!

 

 

Me puse a indagar sobre calzado cómodo y el resultado para este invierno adelantado son dos pares de botines, ambos cómodos, comodísimos e impermeables. Unos más todo terreno y otros más para lucir.

Y yo más feliz que una perdiz sin dolores, con mis caminatas meditativas y otras.

Sed menos cabezotas que yo y si algo os sienta mal, desterradlo.  Hay que adaptarse a las circunstancias de cada momento y soltar las resistencias que lo único que hacen es retrasar nuestro avance, disfrute y felicidad.

Transformación.

 

Berta.

 

(Foto de cabecera www.calzadospradillo.com)