5 razones para contratar un coach

En la vida profesional y personal seguro que habrás coincidido e incluso puede que conozcas más o menos íntimamente, a gente de amplios conocimientos y experiencia, con destacadas habilidades e incluso remarcablemente brillantes.

Pero a veces sucede que, en un momento determinado de su vida, se hallan bloqueados, atascados en su devenir privado o laboral, algunos con graves problemas de relación, con crecientes sentimientos de incompetencia ante las pruebas que la vida les va poniendo o sobre proyectos que desearían llevar a cabo.

A veces estas personas, por la propia dinámica de los acontecimientos, claudican en su batalla contra sí mismos y entonces surgen las denominadas crisis, tan manidas que ya se hacen parte del sentir popular hasta el punto de integrarlas como realidades inherentes a las personas.

Yo he oído alguna vez: ¿Tu no has tenido la crisis de los cuarenta? ¿Y cómo es posible eso? Ah, …. ¿es que es una excepción a una regla natural? ¿Es que la crisis de los 40 (o cualquier otra) forma parte del desarrollo natural del ser humano en la misma medida que, por ejemplo, el ajuste y cierre de los huesos del cráneo?

Hasta ese punto hemos integrado algunas creencias. Dice Alex Rovira que «superar una crisis no es volver a tener, sino conseguir SER«.

Pero a veces en ese camino, por muy inteligentes o habilidosos que seamos no encontramos la punta del hilo en la madeja para volver a ser quienes éramos.  Cuando conservábamos la capacidad de solución y la chispa de la motivación.

A menudo tampoco nos sirve adquirir más conocimientos por novedosos que sean, porque por ser generalistas, no son integrables como recetas en nosotros al 100% .

¿A quién recurrimos entonces?

Pedimos consejo eso sí, pero ¿de verdad un consejo dado desde el punto de vista del otro nos sirve para integrarlo en nosotros mismos en un asunto tan delicado como es gestionar una crisis personal?

¿Es posible que encontremos a alguien tan sumamente parecido a nosotros mismos para que nos dé la «receta mágica» (que muchos han estado buscando toda la vida), de manera que podamos manejar con nuestros propios recursos, nuestros procesos internos de reflexión y acción?

He aquí por qué fallan o no son viables en el tiempo tantos y tantos métodos de consejo, asesoría, autoayuda o como queramos llamarlos.

A partir de lo cual, se me ocurren cinco situaciones (hay más, pero éstas a mi modo de ver son las más indicativas) por las que puedo generar cinco buenas razones para contratar a un coach:

1) No soy capaz de tomar decisiones sobre cómo debo proceder, sobre qué acciones tengo que llevar a cabo para lograr mis objetivos. Haciendo lo que siempre he hecho no obtengo resultados.

2) No se realmente cual es el problema que me impide lograr mis objetivos por más que intento determinarlo. Fallo una y otra vez y no sé por qué.

3) Tengo lo que creo que es una buena idea, un buen proyecto, pero seguro que no soy capaz de llevarlo a cabo. Esto me queda grande (o simplemente no voy a poder con ello).

4) A menudo no me reconozco en mi relación con las personas. Hablo un lenguaje «diplomático» y no puedo decir lo que pienso porque en este mundo eso no se puede. Por tanto, me cuesta cada vez más comunicarme y creo que la gente ya «no me entiende».

5) No estoy satisfecho con mi vida ni con lo que hago. Antes disfrutaba con ello, pero ahora no me motiva nada. Además, estoy permanentemente cansado y no se ni el porqué.

El coach va a trabajar sin asesorar, sin controlar, sin dar recetas. Cediendo el protagonismo al verdadero artífice del cambio, la persona objetivo del coaching. Poniendo delante de él un espejo para que este reformule creencias y revise planteamientos.

Un coach profesional nunca le dirá a ninguna persona que debe o no debe hacer para gestionar su vida.

Solo así pueden encontrarse diferentes formas de llevar a cabo acciones, para obtener diferentes resultados. Nunca desde el consejo o la asesoría. Sí desde uno mismo. Para eso sirven coach y coaching.

Puedes saber más acerca del coaching y de como se realiza un proceso preguntándome aquí.

 

Jose

Comparte esta entrada en tus redes sociales
Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
Linkedin
Share on whatsapp
Whatsapp
Share on google
Google

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *